La Melesca

UN REFERENTE IGNORADO

 Ismael Moreno

 

 

La música popular cuyana de raíz folclórica ha tenido destacados exponentes que, desde los inicios del siglo XX, bregaron para trascender en la gran urbe, Buenos Aires, en esos momentos el lugar que era necesario conquistar para alcanzar el reconocimiento masivo.

 

 

por ANIBAL CUADROS*

 

 

Ismael Moreno -Victorino Ismael Moreno- nació en Mendoza en la última década del siglo XIX, el 14 de agosto de 1892. Proveniente de una familia con profundo arraigo criollo, desde temprana edad ya manifestó su inclinación hacia la música y, especialmente, por las canciones de su terruño que empezó a interpretar con la guitarra, impulsado por Pedro Pringles, José Pereira y José Díaz, maestros que lo guiaron en los conocimientos iniciales del instrumento.

Si bien carecía de estudios formales, su gran intuición y perseverancia lo llevaron a familiarizarse con instrumentos como el piano y, a los quince años, ya conocía los secretos de la guitarra criolla “con la compleja y pintoresca nomenclatura de sus temples autóctonos (Mediotrés, Falso, Estilo chanteiro, Musulmán, Mediobrazo, etc.) detalla el Mtro Enrique Fluixá.

En 1916 se conocen sus primeras obras originales de carácter regional, escritas para voz y piano; algunas de las que, tiempo después, lograron repercusión popular.

Sus composiciones fueron la base del repertorio de la primera orquesta folklórica que formó en 1926, con artistas locales y él como intérprete de guitarra y canto, en dúo con Marcelino García y más tarde con José Querol. Actuaban asiduamente en salas y teatros y, por 1930, lo hicieron en LT4 Radio Mendoza, en su transmisión inaugural desde el estudio ubicado en el Parque San Martín, al sur de los Portones de ingreso.

En 1931, con su Orquesta Folklórica desembarca por primera vez en Buenos Aires y su llegada fue recibida elogiosamente. Diarios y revistas de esa época se ocuparon profusamente de él y su labor, algunas de esas opiniones dijeron:

“Estas piezas son de factura original y valor emotivo, diferenciándose así Ismael Moreno de otros autores que se limitan a recoger y armonizar ligeramente motivos folklóricos” (Diario “La Crítica”, 15 de mayo de 1931).

“El mérito de su obra radica en que no ha circunscrito su trabajo a los estrechos horizontes de una simple compilación sino que también ha tratado, con intención de artífice, de perfeccionar esa música folklórica”. (Diario “El Pueblo”, 19 de mayo de 1931)

Su ascendente trayectoria hizo que el sello RCA Víctor lo incorpore en su staff para grabar discos con una orquesta más completa que incluyó músicos de Buenos Aires junto con los locales; entre los que se destacan las cantantes Angélica y Marta Funes Serpa y las pianistas Selva Urqueta y Ada Maradona.

 

Un apoyo muy importante

El poeta y crítico musical José Alvarez Conde, haciendo un análisis sobre los cultores populares cuyanos de la época destacó para diario «Los Andes» de Mendoza, en su edición del 20 de octubre de 1932:

…“pero indudablemente el trabajo más formal que se haya intentado en la materia, tanto por su valor intrínseco, cuanto por el éxito alcanzado; un trabajo que abarca lo autóctono y lo creacionista, lo más antiguo y lo más moderno, el trabajo que puede decirse hará posible que en el día de mañana el rico caudal lírico de la zona no se pierda es, sin duda, el de Ismael Moreno. La obra de éste es múltiple, fatigosa como empresa de investigación, pero brillante en sus resultados. Moreno ha tenido el cuidado de recopilar con minuciosidad asombrosa todo lo nativo y añejo, clasificarlo y crear una factura adecuada para su presentación en el mundo musical. Como si esto no fuera bastante, organizó una orquesta regional capacitada para trasmitir fielmente las composiciones y grabar con ésta, discos en profusión. El resultado de ella fue que la critica lo situara entre los artistas más destacados del país”.

 

 

Orquesta Folclórica – Dir. Ismael Moreno

"Prenda codiciada" (refalosa de Ismael Moreno) Orquesta Regional 
Cantan: Ismael Moreno (1ª voz) y José Querol (2ª voz)

 

El “Cancionero Mendocino”

«Entrego estas voces del corazón criollo que fue como el cordaje de una guitarra inmensa tendida bajo el dosel del cielo cuyano; ¡esto volcaron nuestros abuelos en el corazón de la patria! herencia sagrada en la que se diseñan trenzadas las palmas de la guerra y  las inquietudes del alma. He aquí traducida en nota la solemne magestad (sic) del monte y el silencio augusto de la pampa abierta… Cantad conmigo la canción nativa, poniendo la serena emoción de la raza como una corona de lauros en el frontal de los siglos por donde ha de pasar victoriosa la Argentina de mañana.«

Afirmaba Moreno en 1936 cuando publica el “Cancionero Mendocino” obra que se constituye en el primer antecedente de investigación, recuperación y puesta en valor del cancionero regional cuyano. Se trataba de un álbum de canciones para canto y piano que incluía veintiocho composiciones originales constando: tres cuecas, tres gatos, tres tonadas, dos valses, dos zambas, dos chacareras, dos estilos, una refalosa, un triunfo, un bailecito; más la letra de ocho canciones recopiladas por él.

En el prólogo el autor aclara que “no se propone dar el material popular tal como lo oyó; prefiere ofrecer una interpretación artística y estilizada de aquella música”.

Algunos estudiosos de la época sostenían que la afirmación era un tanto ampulosa porque consideraban que tenía una deficiente formación musical aunque, las críticas que recibió, luego de sus primeras actuaciones, no opinaban igual.

 

Momentos difíciles

En el año 1938 se sucedieron, casi simultáneamente, dos hechos muy importantes: las presentaciones del “Cancionero Popular Cuyano” del escritor e investigador folclórico Juan Draghi Lucero y del “Cancionero Cuyano” de Alberto Rodríguez Escudero, fundador y director del Instituto de Investigación y Divulgación del Folklore Cuyano.

 

La Revista Folklore y Tango, en un artículo publicado en su número 303 correspondiente al mes de abril de 1980, firmado por Elena Moreno de Macía, miembro del Instituto de Investigación y Divulgación del Folklore Cuyano, narra un interesante episodio que invita a reflexionar en torno al concepto de autoría, plagio y acervo popular.

Se trata de una jugosa contienda judicial que habrían protagonizado Ismael Moreno y Alberto Rodríguez. Según dicha publicación, el primero entabló contra el segundo una demanda en reclamo de una indemnización por daños y perjuicios emergentes de la lesión inferida a su propiedad artística, de conformidad con la disposición de la ley nº 11.723.

Concretamente Moreno acusaba a Rodríguez de haber incluido en su Cancionero Cuyano, “que consta de veinticinco composiciones, doce de las cuales le han sido plagiadas y a las que aquel le ha modificado los títulos, reproduciendo así mismo tres letras de otras de sus obras”.

El pleito concluyó, en primera instancia, con una singular audiencia pública realizada en el Teatro Monumental de Buenos Aires el 11 de octubre de 1939, con la presencia de los respectivos funcionarios judiciales, abogados patrocinantes de las partes, destacados músicos y estudiosos del folklore del país, y la prensa nacional que se hizo eco en forma inmediata del conflicto (la nota de Macías contiene un panorama de lo que narraron los diarios de la época).

La audiencia/concierto incluyó la interpretación de las composiciones en discordia. Se determinó que el pretendido plagio no había existido. Se consideró que las melodías que habían dado origen a la demanda, eran de dominio público, careciendo por ello el demandante de la posibilidad de ampararse en la -por ese entonces reciente- ley de propiedad intelectual. El fallo -confirmado por la Cámara de Apelaciones- acuñaba el criterio según el cual no hay propiedad intelectual en el arte que nace “de la boca del pueblo”.

Moreno fue condenado a pagar las costas del juicio y se hizo acreedor de la expulsión como socio de SADAIC, conforme al reglamento. Esta drástica sanción –sigue narrando Macías- no se hizo efectiva, por pedido expreso del propio Alberto Rodríguez.

 

 

Dilatada trayectoria

Ismael Moreno fue dueño de una gran convicción y llevaba el arte nativo impregnado en su sangre al que cultivó con un amor entrañable durante los más de treinta años que estuvo difundiendo la música cuyana.

En 1936, el gobierno de Mendoza le encomendó la organización artística de la primera Fiesta de la Vendimia. Por el éxito que obtuvo el evento, el gobierno de la provincia de San Juan lo invita a integrar el jurado de su Fiesta Nativa del 12 de octubre.

En 1937, San Luis lo recibe oficialmente en el Primer Congreso de Escritores y Artistas Cuyanos realizado en la capital puntana.

Por su prolífica difusión en programas de radio, conferencias y actos de divulgación el Consejo Nacional de Educación, en 1941, lo invita a realizar con su orquesta un ciclo de audiciones en los principales centros escolares de la Capital porteña, que alcanzaron gran resonancia.

En 1948, en Mendoza actúa con su orquesta en los eventos previos a la Fiesta de la Vendimia, presentándose en el Teatro Feria de la Exposición. En la oportunidad debutan como vocalistas sus tres hijos, entonces niños: Mario, Ismael y Brunelia Moreno.

En 1950 se incorpora a LRA Radio del Estado -luego Radio Nacional- donde dirige una orquesta de veinticinco profesores, con vocalistas y carácter ajustado al ritmo de guitarra, instrumento que consideraba el sello de autenticidad fundamental para la música considerada folclórica.

En 1959 fue Presidente Honorario de la Comisión de Homenaje de las Instituciones Tradicionalistas, creada para conmemorar el 150º Aniversario de la Revolución de Mayo. En el primero de los actos, el Festival de Arte Folklórico, le otorgaron una medalla de oro en mérito a su incansable labor.

La Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAIC) lo distingue con medalla de oro por sus 25 años de labor en la institución.

Se desempeñó como Presidente de la Asociación Cuyana de Buenos Aires en el año 1961.

Los trabajos editados por la Orquesta Folklórica de Ismael Moreno fueron: “El Cancionero Mendocino” compuesto de veinte números de danzas y canciones (1936); “Evocación Cuyana” con catorce obras, doce de ellas de su autoría; “Ecos de la montaña” (1950);  «Tonadas Cuyanas» (1952) y «Tradiciones vernáculas».

Ismael Moreno afirmaba que “difundir el romance del folklore es evocar nuestro glorioso pasado, revivir la tradición; es dar nueva vida a nuestra idiosincrasia, a nuestra personalidad de argentinos, herederos de un acervo rico y amplio en matices diversos, coloreados por el paisaje mismo de nuestra gran extensión”.

 

Murió en Mendoza el 14 de marzo de 1968.

 

 

"Tus encantos" (tonada de Ismael Moreno) Los Hnos Moreno 
Piano: Ismael Moreno (h) Canto: Brunelia Moreno 
Guitarras: Kelo Palacios, Norberto Pereyra y Rafael del Pino.

 


Para el nº 9 de la Revista Folklore, publicada en Enero de 1962, escribió el artículo que transcribimos a continuación y que tituló

 

“EL DÍA DE LA TONADA” 

por Ismael Moreno

El día 23 de diciembre de 1960, la Asociación Cuyana de Buenos Aires instituyó el DÍA DE LA TONADA, en homenaje a quien fuera uno de los grandes cultores de este género, tradicionalista y señero luchador por las cosas de nuestra tierra, Don HILARIO CUADROS, y en homenaje también a la fecha de su natalicio, el 23 de diciembre de 1902.

La tonada es la expresión máxima del canto autóctono popular de Cuyo. Mediante ella, nuestros paisanos expresan el sentir y el querer. Pueden ser trasunto de tristeza, de añoranza o de resentimientos, porque el criollo se inclina fácilmente a lo melancólico y a lo pasional. Es un género apropiado para expresar los más diversos estados de ánimo y del espíritu. Al compás de su ritmo, nuestros paisanos le confiaron a la noche las angustias de su sencillo corazón serrano. En ella puso un poquito de su orgullo y de sentimiento. Dijo el secreto de las huellas que el tiempo dejó y el porqué de las canas que blanquean su frondosa cabellera que flota al viento, como un penacho simbólico de su rebelión legendaria.

No hay idilio bordado al pie del cerro cerca del ranchito donde florecen los claveles, que no tenga su origen en las melodías y los versos de una tonada, cantada en la noche estrellada, cuando las luciérnagas vagan prendiendo sus luces en las sombras espesas…

Es de lo nuestro lo más fecundo; sus variaciones melódicas y sus versaciones son infinitas; es una fuente inagotable de líricas manifestaciones del sentir romántico de esa histórica comarca cuyana. No podía ser de otra manera; el espectáculo de la naturaleza arranca del corazón humano expresiones que se traducen en sonido, verbo, música y verso. la montaña inmensa, con sus valles, con sus flores, inspiró al criollo y puso en la guitarra el sonido melancólico con que el cuyano canta en noches serenas, expresando en ella los sentimientos y nostalgias de la ingenua alma cordillerana; reflejando, así la selva tropical, la cordillera andina, las llanuras pampeanas y las cumbres vestidas de blanco con la nieve inmaculada, donde anidan las águilas y el cóndor, rey de esas montañas milenarias. 

LA DEDICATORIA Y EL COGOLLO EN LA TONADA

En la tonada hay una nota característica que demuestra el sentimiento galante y noble del trovero cuyano: la dedicatoria es la estrofa dedicada a las personas de significación que asisten a la reunión; por lo general, a los dueños de casa o a la persona más simpática de la reunión. Ella nos sugiere un sentimiento de generosa predilección. Luego sigue el cogollo, improvisación de intencional malicia o de sutil galantería, que el cantor dirige a la misma persona o a otra de su agrado de la lírica tertulia cuyana.

Ejemplo de dedicatoria y cogollo:

Marcos López, reciba

granito de oro rodando.

La prenda que usted engañó

riega los campos llorando.

(Cogollo)

Repito, para decirle

«cogollo» de malva rosa;

le canto esta tonadita

que he traído de Mendoza.

 

En estas breves líneas he querido evocar las expresiones de la lírica tradicional de ese pedazo de tierra andina donde se forjó una de las páginas más bellas de la historia.




 * ANIBAL CUADROS: Autor, compositor y músico. Solistas, conjuntos y coros interpretan y graban sus temas. Dirigió musicalmente Fiestas de Vendimia, centrales y departamentales. Es uno de los fundadores y director del archivo digital “La Melesca”, historias de Cuyo.

 


Fuentes:

  • Fluixá, Enrique. “Un siglo de música en Mendoza”. D’Accurzio Impresores – Mendoza 1960
  • Sánchez, Octavio. Nacionalismos y músicas tradicionales cuyanas: negociaciones en dos momentos del siglo XX. Revista Argentina de Musicología 200412V05
  • Gatica, Liliana. https://saboreandotonadas.blogspot.com/2019/01/rastros-antiguos-ismael-moreno-hnos.html
  • Voces de la patria grande. http://vocesdelapatriagrande.blogspot.com/2017/03/ismael-moreno-interprete-y-compositor.html
  • Sosa, Norma. AM 1170 Radio Mi País de José C. Paz (Buenos Aires) , programa “Por los Caminos de Cuyo” de Norma Sosa emitido el día 24-3-08.
  • Moreno de Macía, Elena. «La historia del folklore cuyano en la vida de Alberto Rodríguez» – Revista Folklore y Tango Nº 303 – abril /1980. Bs.As. Disponible en: http://revistafolklore.com.ar/alberto-rodriguez/
  • Diario Los Andes (Mendoza)
  • Diario Crítica (Buenos Aires)
  • Diario El Pueblo (Buenos Aires)

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