La Melesca

EL HOMBRE DETRÁS DEL CIENTÍFICO

JUAN CARLOS FASCIOLO

 

Discípulo de Bernardo Houssay, compañero de trabajo de Luis Leloir. Realizó un enorme aporte al tratamiento de la hipertensión arterial. Fundador de la cátedra de fisiopatología de la Universidad Nacional de Cuyo. “Hemos llegado al paraíso”, dijo al arribar a la provincia de Mendoza. Nunca quiso partir.

por NICOLÁS SOSA BACCARELLI *

Fue discípulo de hombres de la talla científica de Bernardo Houssay, amigo, colega y compañero de camino de Luis Leloir, Alberto Taquini, Eduardo Braun Menéndez, entre otras eminencias de la ciencia con quienes plasmó un descubrimiento que despertó la atención y el respeto de la comunidad médica mundial.

El profesor Juan Carlos Fasciolo trascendió principalmente por sus trabajos de investigación en el sistema renina angiotensina (sistema hormonal que influye en la regulación de la presión sanguínea) que permitieron tratar eficazmente la hipertensión arterial.  Se radicó en Mendoza junto a su familia donde se dedicó, con porfía y pasión, a la investigación científica y a la docencia en las aulas de la Universidad Nacional de Cuyo.

Hace poco tiempo la Ediunc (Editorial de la Universidad Nacional de Cuyo) lanzó “Juan Carlos Fasciolo. Del hombre al científico”, una obra de autoría de su hija, la arquitecta Susana Fasciolo, quien presenta una recopilación de documentos que exhiben la figura de un hombre en sus aristas de científico y de hombre. Además brinda un interesante panorama sobre el contexto histórico que le tocó vivir.

Desde su Pigüé natal, la obra sigue los pasos del Dr. Fasciolo por las Universidades Nacionales de Buenos Aires, Tucumán y Mendoza. Narra sus viajes por el mundo, su paso como invitado por las principales sociedades médicas y científicas de su tiempo. La autora completa su estudio con comentarios y apreciaciones de discípulos, colaboradores y colegas de su padre.

El equipo de investigadores: Fasciolo, Muñoz, Taquini, Houssay, Braun Menéndez y Leloir (1942)

Palabra de la autora

-¿Cómo nació el libro?

– Nos sorprendió la poca información encontrada sobre uno de los pilares de la investigación científica de nuestro país. Entonces me pregunté: ¿Por qué no intentar contar su vida? Mi inclinación por la escritura me llevó a tomar la decisión de difundir su historia. Con culpa por no haberlo hecho años atrás, cuando aún vivía mi madre. Me inquietó pensar qué pasaría el día de mañana con toda la información guardada que conservamos con mi hermana. ¿Alguien más rescataría la historia de este hombre? Seguramente no.

– ¿Cómo definirías a tu papá?

– Sencillez, rectitud, profundidad de pensamientos, integridad, amor al prójimo, amor a todo ser viviente, amor por la tarea elegida, curiosidad por el saber, su amor a la patria, su pasión por la vida. Su religión eran los secretos de la naturaleza, a la que amaba y respetaba por sobre todo.

– ¿Cuáles fueron sus mayores aportes a la ciencia y a la docencia?

– Sin duda el más importante fue el descubrimiento de la angiotensina, junto con Braun Menéndez, Leloir y Muñoz en el año 1939.

En cuanto a su labor como docente, la autora recuerda las palabras del discípulo y colaborador de su padre, el doctor Alberto Binia, que estuvo a su lado desde que lo conoció (en segundo año de medicina) hasta la muerte del investigador: “Fasciolo hizo honor a sus palabras. Cultivó la docencia y la investigación simultáneamente, en contacto diario con sus alumnos y discípulos. Fue un maestro en el cabal sentido del término. Si yo tuviera que elegir una de sus muchas virtudes, elegiría la generosidad intelectual; nunca dejó de atender a quien se acercara a él, desde profesor o colega más encumbrado hasta el alumno que se acercaba tímidamente a hacer una consulta. Todo lo que sabía o conocía lo enseñaba. Nunca guardó un conocimiento teórico o técnico con el objeto de ejercerlo como poder. Su ascendencia sobre los demás se basaba en su laboriosidad y entusiasmo, su enorme caudal de conocimientos, su agudo juicio crítico y su notable capacidad de análisis. A los que estuvimos con él no sólo nos enseñó un oficio, sino que también nos enseñó a amar ese oficio.”

– ¿Cómo fue la vida familiar con él?

– Fue un padre presente. Nos inculcó a las tres hijas los valores que él sostenía… Disfrutábamos con mis hermanas de sus enseñanzas, de lo nuevo que nos proponía, de revisar la historia, la geografía, química o física, esa incansable búsqueda de lo maravilloso de la vida.

– ¿Cómo fue su vida en Mendoza y su paso por la Universidad Nacional de Cuyo?

– Llegamos a Mendoza el 7 de marzo de 1952. Yo cumplía 9 años ese día. Al llegar, mi padre dijo: “Hemos llegado al paraíso”. Y llamaba a la estadía en Mendoza: “La aventura mendocina”. Nunca más quiso partir y se adaptaron junto con mi madre a este lugar al que quisieron como propio. Aquí vivieron desde el año 1952 hasta sus muertes. Amaron a su gente. Se deleitaron con su música de cuecas, gatos y tonadas.

Facultad de Medicina de Mendoza recién inaugurada (1965)

 

 Su paso por la Universidad

La carrera de Medicina estaba en sus comienzos en 1951. Fasciolo fue contratado por dos años como profesor extraordinario de la cátedra de Fisiología y director del Instituto de la misma disciplina. Le llamó la atención el interés que tenía la Universidad por el desarrollo de la investigación científica, aunque los medios para desarrollarla eran escasos.

La cátedra de Fisiología comenzó a funcionar en el edificio del Hospital Central (solarios del tercer y cuarto piso, calurosos en verano y helados en invierno), con un sinnúmero de dificultades y el malestar de los médicos del Hospital. No había laboratorios, equipos, bibliotecas, ni docentes con experiencia en docencia y mucho menos en investigación y además, sin ayudantes preparados.

Señala la autora:

“Tenían problemas de abastecimiento de agua para los experimentos, la electricidad se cortaba con frecuencia y la falta de frío arruinaba los preparados. Pero tanto entusiasmo, buen humor, los jóvenes que los acompañaban, ayudaron a superar tantas dificultades. En 1965 la Facultad se mudó al edificio que ocupa hoy.

Recibieron un apoyo importante de la Fundación Rockefeller, por considerar que la selección de estudiantes, la dedicación exclusiva de excelentes profesores y el énfasis en la investigación científica, presagiaban un buen futuro para la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Cuyo”.

En el año 1957 funda la cátedra de Fisiopatología, la primera en el país. Fue profesor titular de la misma hasta 1977, año de su jubilación. Siguió con su Laboratorio de Investigaciones, en el mismo edificio.

En 1970, un horno crematorio mal ubicado prendió fuego el edificio. El incendio destruyó las instalaciones, equipos, archivos, depósitos de drogas, ficheros, protocolos de trabajos científicos, registros de estudiantes, material de enseñanza, separatas, etc. La Universidad se encargó de reconstruir la parte edilicia y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) aportó un importante subsidio para reponer el resto. Fueron tres años perdidos.

En 1958 el CONICET nombró una comisión asesora para la Región Cuyo y Fasciolo la presidió por muchos años.

“Su lucha fue intensa, salvando dificultades, soportando la falta de recursos, de apoyo del Estado (las drogas donadas que llegaban del exterior, al permanecer en la aduana sin frío, terminaban arruinadas), las malas condiciones en el primer destino, el incendio y demás. Pero era muy grande el entusiasmo de mi padre y de otros que lo acompañaron en sacar adelante la Escuela de Medicina. Y lo lograron. Lo lograron con creces”, destaca la autora.

El Premio Nobel Bernardo Houssay le entrega el «Premio Lucio Cherny» (1970)

La ciencia según Fasciolo

“El ejercicio de la investigación, al hacer evidente mi ignorancia e incapacidad, me ha dado una auténtica modestia. Al demostrarme la grandeza y majestad de la naturaleza, me ha dado fe en la justicia, en la verdad y en los destinos de la raza humana.”

“Siento un profundo amor por la naturaleza, un irrefrenable deseo de descubrirla, de entenderla, de saber más y más de sus misterios. Un ingenuo deseo de conocerla y comprenderla.”


Cronología y distinciones

1911 – Juan Carlos Argentino Fasciolo nace en Pigüé (Buenos Aires, Argentina) el 5 de abril. Sus padres, Ángela Rosso y Carlos Fasciolo eran de familia italiana. Allí cursa la escuela primaria.

1923 – Se traslada a Sarandí en el partido de Avellaneda, localidad vecina a la ciudad de Buenos Aires, donde vive con su abuela paterna, para iniciar sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Bernardino Rivadavia.

1928 – Su familia recala en la ciudad de Buenos Aires donde comienza su carrera universitaria en la Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional de Buenos Aires.

1936 – Se recibe de médico. Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional de Buenos Aires.

1939 – Se doctora en medicina en la misma Facultad. Su tesis, Hipertensión Arterial Nefrógena, recibe el Premio Facultad de Medicina a la mejor tesis doctoral. Fue dirigida por el Dr. Bernardo A. Houssay.

1939 – Descubren la angiotensina junto a Bernardo A. Houssay, Eduardo Braun Menéndez, Luis F. Leloir, José M. Muñoz y Alberto C. Taquini.

1940 – Contrae matrimonio con Elena Insúa, compañera por toda la vida. De la unión nacieron sus tres hijas.

1940 – Becado por la Fundación Rockefeller para realizar estudios de fisiología respiratoria. Permanece un año en los Estados Unidos, entre la Universidad de Rochester y la Universidad de Harvard.

1941 – Es invitado por el Dr. Alberto Taquini para ocupar la Dirección de Investigaciones del Centro de Investigaciones Cardiológicas, recién inaugurado en Buenos Aires. Desarrolla su labor durante siete años.

1943 – Miembro Titular de la Sociedad Argentina de Cardiología.

1943 – Miembro de la Sociedad Argentina de Biología.

1944 – Publicación del libro «Hipertensión Arterial Nefrógena». Estudio Experimental, realizado en colaboración con los doctores Braun Menéndez, Leloir, Muñoz y Taquini.

1945 – Tercer Premio Nacional de Ciencias Aplicadas a la Medicina. Argentina

1949 – Llega a la Universidad Nacional de Tucumán, donde la Facultad de Medicina estaba en formación. Profesor Extraordinario y Director del Departamento de Fisiología. También realiza tareas de investigación. Permanece tres años.

1952 – Es invitado por la Universidad Nacional de Cuyo para ocupar el cargo de Profesor Extraordinario de Fisiología y Director del Departamento de Fisiología. En Mendoza la Facultad de Medicina está en sus comienzos. Continúa con sus trabajos de investigación y desarrolla su actividad en esta ciudad hasta su muerte.

1957 – Becado por la Fundación Rockefeller para realizar una gira por las Universidades Estadounidenses y de Latinoamérica, para estudiar la enseñanza de la medicina.

1957 – Miembro Titular Fundador de la Sociedad de Biología de Cuyo, en la que desempeñó la presidencia en los períodos 1957-1967 y 1976-1980.

1960 – Miembro Titular de la Sociedad de Cardiología de Mendoza. Argentina.

1964 – Medalla de Oro otorgada por el Instituto Lillo. Tucumán. Argentina.

1966 – Beca Pfizer Travelling Fellowship en el Clinical Research Institute. Montreal. Canadá.

1966 – Miembro Titular de la Federación Argentina de Cardiología.

1969 – Miembro de la Academia Nacional de Medicina. Buenos Aires.

1970 – Premio Lucio Cherny, por su obra original. Lo recibe del Dr. Bernardo A. Houssay.

1970 – Miembro del Scientific Council of Hypertension. International Society of Cardiology. Estados Unidos.

1972 – Miembro de la Sociedad Científica Argentina.

1973 – Miembro de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Buenos Aires

1976 – Miembro Académico en Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba.

1977 – Miembro del High Blood Pressure Council de la Sociedad Internacional de Cardiología.

1977 – Miembro Honorario Nacional – Asociación Médica Argentina.

1978 – Miembro Asesor del Consejo Argentino de Hipertensión Arterial.

1978 – Miembro del Honorary Consultive Committe de la Pan American Society of Hypertension. Estado Unidos.

1979 – Miembro del Comité de Honor de la Fundación Argentina de Endocrinología.

1979 – Miembro de la Interamerican Society of Hypertension. Estados Unidos.

1979 – Miembro Honorario Nacional de la Sociedad Argentina de Cradiología. Medalla de Oro.

1980 – Miembro Académico Honorífico de la Facultad de Ciencias Médicas y Ciencia de la Salud de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

1981 – Miembro del Advisory Board de la Interamerican Society of Hypertension.

1981 – Miembro Honorario de la Sociedad de Endocrinología y Metabolismo de Mendoza. Argentina.

1981 – Miembro Honorario de la Sociedad de Biología de Tucumán. Argentina.

1983 – Profesor Extraordinario en la categoría Emérito de la Universidad Nacional de Cuyo. Mendoza. Argentina.

1983 – Miembro Académico Honorario de la Academia de Ciencias de la América Latina. Caracas. Venezuela.

1983 – Premio Konex de Ciencia y Tecnología en la especialidad de Ciencias Biomédicas Básicas.
Argentina.

1986 – Miembro de la Comisión para Estudios Avanzados del CRICYT-CONICET. Mendoza. Argentina.

1987 – Doctor Honoris Causa de la Universidad Juan Agustín Maza. Mendoza. Argentina. Medalla de Plata.

1987 – Medalla de Oro. Homenaje Centenario del nacimiento de Bernardo Houssay y 40 Aniversario del Premio Nobel de Medicina a Bernardo Houssay. Medical Committe on Human Rights – Instituto de Biología y Medicina Experimental del CONICET. Argentina.

1989 – Llama de Plata del Aconcagua, máxima distinción de la Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza. Argentina. En mérito a su trayectoria científica.

1989 – Placa recordatoria en reconocimiento por los aportes al progreso de la Ciencia. Comunidad Israelita de Mendoza. Argentina.

1989 – Profesor Honorario de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Buenos Aires. Argentina

1989 – Doctor Honoris Causa – Universidad de Tucumán. Argentina.

1991 – Consultor Honorario del Instituto de Cardiología, Cirugía Cardiovascular y Trasplante de Órganos; convocado por el Dr. René Favaloro. Argentina.

1992 – Miembro Activo del Inter American and Health Asociation.

1992 – Premio TWAS 1992 de la Academia del Tercer Mundo, en Ciencias Básicas. Trieste. Italia.

1992 – Leone D’Oro, Associazione Culturale, Italia Uno. Premio Medicina e Ricerca. Consolato D’Italia. Mendoza. Argentina.

1993 – Distinción «José de San Martín» 1993. Honorable Legislatura de la Provincia de Mendoza. Argentina.

1993 – Muere el 11 de octubre en la ciudad de Mendoza, a los 82 años.


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* NICOLAS SOSA BACCARELLI: Periodista y abogado. Columnista y colaborador de medios gráficos de Argentina y México, entre ellos, el suplemento Cultura de Diario "Los Andes" de Mendoza. Es uno de los fundadores y director del archivo digital “La Melesca”, historias de Cuyo.

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