La Melesca

UN BARCO EN EL MEDANAL

«PLAYAS SERRANAS»

 

 

En un principio el edificio también conocido como “La Playa del Sol Rivereña” o “Balneario Popular Playas Serranas”, fue pensado como un balneario público para la práctica de la natación. Construido en el año 1937, bajo la gobernación de Guillermo Cano y la autoría de los arquitectos Arturo y Manuel Civit.

 

por SUSANA FASCIOLO*

Ubicado en las orillas del lado Sur del espejo de agua del Parque General San Martín hizo sentir a los mendocinos que podían disfrutar de una pequeña Mar del Plata. Era un lugar para la práctica de la natación. La gran playa en el talud que descansa en las aguas del lago, albergaba a tres mil bañistas que, por su declive aprovechaba al máximo las radiaciones solares. El agua no tenía mucha profundidad, apenas le llegaba a los aprendices de natación a la cintura. En la isla frontal se montó un trampolín con tres niveles, habilitado solamente para los entendidos en ese tipo de prácticas. Por supuesto debajo de esa estructura, en el fondo había una olla de cinco metros de profundidad.

El “cuidado de la moralidad” era prioritario para poder ingresar al predio. Los trajes de baño eran enteros, como se usaban en la época, tanto para mujeres como para los hombres, y no se podía salir de la zona en ropa de baño.

El edificio albergaba, además, una confitería y un salón de baile. Era la cita social de los fines de semana más esperada por los jóvenes. Los varones concurrían solos y las niñas eran acompañadas por sus madres o hermanas mayores. En el salón, como se estilaba en muchos lugares, las jóvenes estaban sentadas con su infaltable compañía y los hombres, con un movimiento de cabeza, las invitaban al baile. Esto dio origen a muchos noviazgos que devenían en matrimonio.

Un lugar bailable de elección en su época. (Foto: Lucio Ortíz)

Con el paso del tiempo este espacio albergó diferentes instituciones y fue prácticamente abandonado. Hoy es el Museo de Ciencias Naturales “Cornelio Moyano”. Impecablemente restaurado, conservando la impronta que tuvo al nacer, nos regala un ámbito privilegiado donde -a pesar de estar alejado de lo que fue en sus comienzos- nos gratifica a los mendocinos con el recuerdo y homenaje a nuestros antecesores. Una obra extraordinaria, tal vez una de las más destacadas de Mendoza, hoy declarada “Bien del Patrimonio Cultural de la Provincia” y «Monumento Histórico Nacional».

En cuanto al carácter arquitectónico debemos decir que refleja a la perfección todos los mandatos de la Arquitectura Moderna de la época: la pureza de su estilo, sus blancos muros, la falta de ornamentos, sus formas curvas, sus columnas redondas, etc. Se siguieron los lineamientos de la Escuela de Artes y Oficios, la Bauhaus, nacida en Alemania. Asimismo es notable la influencia de las ideas del gran Le Corbusier.

El edificio tiene una un carácter náutico, como un gran barco con sus ochenta metros de largo y la torre de veinte metros de altura, que se impone solitario en un paisaje verde que lo circunda. Se destaca el claro diseño funcional, la desnudez de los muros, las líneas puras, las transparencias, los techos planos, la falta de ornamentos. Playas Serranas representó en Mendoza, un claro ejemplo de todas estas influencias arquitectónicas, una concreción del célebre canon de la Bauhaus: “Menos es más”.

 

Los arquitectos Arturo y Manuel Civit

 

Los hermanos Civit nacieron en Mendoza en los primeros años del 1900. Empapados de las ideas de lo que se llamó Arquitectura Moderna, desplegaron una importante obra arquitectónica, siguiendo fielmente los mandatos de dicho estilo: una arquitectura despojada de ornamentos, siendo las líneas puras, austeras y los muros blancos, los verdaderos protagonistas. Ventanales amplios y horizontales, techos planos, aleros, columnas redondas, la curva como solución al encuentro entre muros, balcones y terrazas, y partes que asemejaban barcos o aviones, chimeneas, puestos de mando, ojos de buey.

Desde la función pública como directores y vicedirectores alternados de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Industria y Obras Públicas, realizaron importantes obras con el lineamiento de la Arquitectura Racional; debemos nombrar Playas Serranas (1937), la Escuela “Daniel Videla Correa” (1941) y su gemela la “Justo José de Urquiza” ubicada en Maipú, y el Hospital Central (1941). Asimismo, promovieron el primer barrio obrero llamado Casas Colectivas -hoy Barrio Cano- (1937). En el ámbito privado construyeron numerosas viviendas.

Escuela «Daniel Videla Correas»

Hospital Central de Mendoza

“Vencidos” por la incomprensión del gusto local, se volcaron más tarde al Pintoresquismo.

Testimonios de su talento y buen gusto son El Arco Desaguadero (1936), el Gran Hotel Potrerillos (1939) y la Municipalidad de San Martín, obras de autoría de los prestigiosos arquitectos Civit.

Hotel de Potrerillos

Arco del Desaguadero

Municipalidad de San Martín

 

 

Foto de Portada de Ivanna Buvinic



* SUSANA FASCIOLO Nació en Buenos Aires. Arquitecta egresada de la Universidad de Mendoza. Se ha dedicado al interiorismo y al diseño de amoblamiento. Ha publicado los libros "Juan Carlos Fasciolo - del científico al hombre" editado por la EDIUNC (2010),  "Cuentos no tan cuentos" (2015) y "Poemas amorosos" (2019).

 

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