La Melesca

EL SUELO DEL JINETE

EL ESTRIBO

De hierro, plata, hueso, o cuero crudo, el estribo es mucho más que un tradicional elemento del ajuar criollo: es la tierra del jinete.

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por NICOLÁS SOSA BACCARELLI *

“…Con las patas como loro
de estribar entre los dedos.”
Martín Fierro

El estribo es la pieza en que apoya los pies el jinete; más aún, es el suelo que pisa el hombre de a caballo. Fueron introducidos en América por los españoles. Según Enrique Rapela, los primeros estribos estuvieron inspirados en el estilo árabe (del autor citado, “Conozcamos lo nuestro”, Ed. Cielo Sur, Buenos Aires, 1977, p. 38).

Con el transcurso de los años, se hicieron muy frecuentes los estribos triangulares, de hierro, en el que apenas se apoyaban los dedos mayor e índice del pie. También se conoció el “estribo pampa” que consistía en una soga de cuero crudo con un nudo o “botón pampa” en la parte inferior, donde reposaban los dedos señalados. En lugar del nudo también se usó un pequeño hueso (“pichico”). Revisando la iconografía disponible sobre este tradicional elemento del ajuar criollo, puede constatarse la usanza de un solo estribo, del lado de montar y exclusivamente con este objeto. También muchos paisanos prescindieron de todo estribo, especialmente en la vida de trabajo en zonas inestables donde el caballo estaba más expuesto a tropiezos y caídas, por lo que el jinete debía mantenerse libre y listo para saltar.

Los investigadores suelen ocupar dos grandes categorías: “bonaerenses” y “mesopotámicos”, pero, a poco de andar, la clasificación se diluye ante las influencias mutuas entre ambas regiones. Prescindiendo de esta categorización y en homenaje a la brevedad, diremos que a lo largo y ancho de nuestro país y en diferentes épocas se ha conocido una amplia variedad de estribos entre los que destacamos el “estribo brasero” o estribo con forma de campana, el antiguo estribo de aspa de carnero (estribo arequero), los clásicos estribos porteños de lujo llamados “de arco” en plata pura, cincelada o repujada (caracterizados por una entrada pequeña donde apenas cabe la punta del pie, o unos centímetros más, que es la forma en la que se estriba en nuestro país y acaso la razón por la cual el estribo inglés – en el que se calza medio pie- no tuvo mayor predicamento entre nuestros antiguos jinetes). Justo P. Sáenz (h) en su meduloso trabajo “Equitación gaucha” (Emecé, Buenos Aires, 1997, p. 143. -Bibliografía de consulta obligada para los interesados en estos asuntos-) cita una comunicación de don Carmelo Romero, de Gualeguaychú, al Dr. Emilio Solanet -considerado el padre de la raza Criolla- donde le cuenta qué clase de estribos se usaron en el litoral argentino hacia el año 1854 y que él conoció “por ser mozo crecido en aquella época”: “Los estribos que se usaban eran de hierro, de tres clases de los llamados ‘campana’. En cuanto a los estribos de plata que usaban los estancieros y gente acomodada, eran también campana, unos cincelados y otros lisos y los pasadores de forma plana”.

Algunos estribos son apenas conocidos, otros han merecido prolijos relevamientos y minuciosas monografías como por ejemplo la de Roberto Devicenzi dedicada al llamado “estribo arequero” (Ed. Enfrente, Buenos Aires, 1997).

Alguna bibliografía específica anota a modo de curiosidad el “estribo espuela”, usado antiguamente en Grecia y aún ahora en el Peloponeso. Consistía en un estribo corriente que llevaba adherido a unos de sus lados un pihuelo con su correspondiente rodaja (dos de las partes principales que conforman la espuela).


nicososabyn

* NICOLAS SOSA BACCARELLI: Periodista y abogado. Columnista y colaborador de medios gráficos de Argentina y México, entre ellos, el suplemento Cultura de Diario "Los Andes" de Mendoza. Es uno de los fundadores y director del archivo digital “La Melesca”, historias de Cuyo.

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